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Si visitas el puerto de Veracruz, que es una de las ciudades más atractivas que tiene el Estado (Veracruz), no dudes en conocer el Castillo de San Juan de Ulúa. Pequeña isla de México en la que se ubica la antigua fortaleza. La construcción de este Baluarte fue planeado por los españoles al mando de Hernán Cortés el 22 de abril de 1519 en el contexto del descubrimiento de América y de los ataques piratas y corsarios de la época contra España. El complejo e isla se hallan frente a las costas del golfo de México en la ciudad y puerto de Veracruz, en el estado mexicano del mismo nombre.
Los archivos históricos de Veracruz datan que las primeras construcciones del Castillo de San Juan de Ulúa comenzaron en el año 1582. Con mayor refuerzo en el año 1762 los trabajos continuaron durante el reinado de Carlos III. Y a fines del siglo pasado se dio por concluida la obra que tuvo una inversión de más de 40 millones de pesos plata.
También en el islote donde actualmente se asienta el Castillo de San Juan de Ulúa, dicen los historiadores, es el mismo donde desembarcó Juan de Grijalva en 1518, el día de San Juan, por lo que la isla recibió inmediatamente el nombre de San Juan. La palabra que acompaña a este nombre fue también otorgada por los españoles, luego de que estos encontraran sobre la isla, los cuerpos de personas sacrificadas deliberadamente. Al preguntar a los nativos del lugar quién había hecho tal cosa, estos se limitaron a decir que habían sido gentes “culhuas”, refiriéndose a la etnia de estas personas, que para aquellos tiempos, era como también se les conocía a los “mexicas”, es decir, que los responsables de aquel suceso habían sido los “culhua-mexicas”. Los españoles, al no entender el vocablo nativo se refirieron al lugar como “Ulúa” y desde entonces y hasta la fecha, la isla ha sido nombrada como San Juan de Ulúa. Y en donde allí mismo al siguiente año, arribo Hernán Cortes, antes de fundarse la ciudad de Veracruz.
Durante su periodo como prisión, San Juan de Ulúa se convirtió en uno de los lugares más temidos de su época en el país. Si bien ya se utilizaban algunas de sus instalaciones como penitenciaría en la época colonial, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando se destinó el inmueble a este uso.
Diversos personajes de la historia de México estuvieron en sus celdas, entre los que se puede nombrar a Fray Servando Teresa de Mier filósofo y doctor en Teología por la Real y Pontificia Universidad de México, a Don Benito Juárez, el Benemérito de las Américas como preso político, por sus ideales liberales, a Jesús Arriaga popularmente conocido como “Chucho el Roto” uno de los personajes más famoso que también estuvo aquí, muy conocido durante el gobierno de Porfirio Díaz, sobre todo porque logró escapar más de una vez de sus muros y calificado por las autoridades como un peligroso delincuente, que al contrario para el pueblo era un hombre noble de corazón que robaba para la clase marginada y de escasos recursos económicos.
Y quizá la más famosa leyenda que se dice se suscitó en las celdas de la fortaleza fue la de La Mulata de Córdoba, quien, según la conseja, para escapar de la Inquisición pintó en los muros de su celda un barco que zarpaba hacia el horizonte, en el cual escapó.
La fortaleza fue nombrada “Cuatro Veces Heroica” por haber defendido la soberanía nacional en cuatro ocasiones: en 1825, la rendición de las últimas tropas españolas; 1838, en el ataque de las tropas francesas durante la Guerra de los Pasteles; en 1847, en el ataque de las tropas norteamericanas durante la Guerra de Intervención, y finalmente en 1914, en la defensa contra el desembarco de las tropas estadounidenses.
Antiguamente San Juan de Ulúa estaba separado de la ciudad y hoy unida a ella ante la construcción de uno de los malecones utilizados en la parte Norte, cercano a una de las vías férreas de carga para las obras del puerto.
San Juan de Ulúa no deja de formar parte fundamental de la historia de México. Se recuerda porque sirvió de desembarcadero de las primeras expediciones del siglo XVI.
Con sus atractivos jardines y la arquitectura de la majestuosa obra aunque no dejaba de ser un lugar ejecutorio (el purgatorio, el infierno y la gloria) para muchos que allí murieron sin ver la luz del sol, ya que algunas celdas solo median un metro cuadrado con diez de profundidad, y cuya base era la misma piedra del islote rodeado de agua. Así funcionaba el Castillo de San Juan de Ulúa.
En la actualidad ha quedado como una obra histórica e importante que sigue guardando el recuerdo de las atrocidades que se cometieron con seres humanos que trascendieron en la historia de los mexicanos y del mundo.
Hoy en día, esta obra está bajo la custodia del INAH, quién desde 1962 ha dedicado notables esfuerzos para la conservación y restauración de esta construcción que es, por sí sola, un verdadero monumento de la historia.
La fortaleza de San Juan de Ulúa ha sido mudo testigo de innumerables sucesos históricos que a través del tiempo se han dado lugar en la costa veracruzana.
Si visitas el Puerto de Veracruz no dejes de conocer esta joya histórica en donde se evoca a través de sus muros de estalactitas y salitre, el pasado de una historia siempre viviente a pesar de su ocaso.
