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Por: Alfredo Delgado Calderón (Revista Perfiles)

Panorama Lingüística del Sur de Veracruz

Las principales lenguas indígenas habladas en el sur de Veracruz son el nahua o náhuatl, el popoluca, el zapoteco, el chinanteco y el mazateco. Con unas cuantas centenas de hablantes, también encontramos presencia del mixe, zoque, mixteco, maya y totonaco.



El náhuatl es la lengua que tiene el mayor número de hablantes, aunque se divide en al menos tres variantes o dialectos. También se le conoce como mexicano o maceba. Los municipios con más hablantes del náhuatl o nahua son: Mecayapan, Pajapan, Tatahuicapan, Cosoleacaque y Zaragoza, localidades del estado de Veracruz. En menor medida, y prácticamente con serios problemas para su conservación, el náhuatl se habla en Ixhuatán, Moloacán, Jaltipan, Acayucan, Soteapan, Hidalgotitlán, Chinameca, Soconusco, San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla y Playa Vicente.


El popoluca se divide en dos variantes y es hablado mayoritariamente en el municipio de Soteapan y en varias comunidades de los municipios de Hueyapan de Ocampo, Mecayapan y Acayucan. El Popoluca de Texistepec, Sayula y Oluta, tiene serios problemas para su conservación, ya que son muy pocos habitantes, además de que casi todos ellos rebasan los 50 años. Los lingüistas suponen que hubo un idioma protozoque hablado por los olmecas hace más de tres mil años, del cual derivaron el popoluca, el mixe y zoque, que iniciaron su diferenciación idiomática en las primeros siglos de la era cristiana.


El zapoteco, por su parte, se habla extensamente entre los migrantes del istmo oaxaqueño asentados en las principales ciudades del sur de Veracruz, sobre todo a raíz del boom petrolero. Así encontramos grupos zapotecos del istmo, que no sólo conservan su lengua, sino que hacen ostentación de toda cultura, en Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan, Jáltipan, Agua Dulce, Las Choapas y Nanchital, además de que también son zapotecos los principales comerciantes de lugares como Soteapan, Tatahuicapan, Jesús Carranza y otros pueblos y cabeceras municipales.


El estereotipo que iguala a los Zapotecos con los Oaxaqueños es falso además inexacto, pues hay comunidades zapotecas asentadas en territorio veracruzano desde la época prehispánica, como Xochiapan, Chilapa, Y Tatahuicapan, en el municipio de Playa Vicente. A ese municipio también han migrado zapotecos de Yalalag, Betaza, Zoogocho y Latanic, fundando pueblos como El Nigromante, Boca del Monte, Arenal, Zapotal y otras más. Estos migrantes, que ya rebasan los cien años de residir en territorio veracruzano, hablan una variante conocida como zapoteco nezicho, que difiere del zapoteco del istmo además de ser diferentes en costumbres, creencias, vestido, gastronomía y otros aspectos identitarios.


Producto del reacomodo de las obras hidráulicas efectuadas en la cuenca alta del Papaloapan, encontramos comunidades mazatecas y chinantecas asentadas en Playa Vicente hace casi 60 años. En total fueron 8 pueblos los reacomodados, 7 mazatecas y 1 chinanteco. Otro gran reacomodo, en esta ocasión de chinantecos se dio en los años 70's en el valle de Uxpanapan, mientras que en Playa Vicente se reacomodo a un grupo de mixteco que fundaron el pueblo de Abasolo del Valle. Pueblos reacomodados hay también en San Juan Evangelista, Rodríguez Clara, Tierra Blanca y otros municipios.



Beneficiados con el reparto de tierras, un grupo de totonacos migraron también para asentarse en el valle de Uxpanapa, fundando varios pueblos, entre ellos el ejido Loma de Oro. La erupción repentina del Volcán Chichonal desplazo también una gran cantidad de población de sus alrededores.


Huyendo del peligro y buscando mejores horizontes varios pueblos zoques de Chiapas se asentaron también en el Valle de Uxpanapan, enriqueciendo el panorama étnico del sur de Veracruz. Los mayas, aunque suman varios cientos de individuos, según los censos, no se han agrupado en comunidades y han pasado desapercibidos entre este complejo mosaico cultural.


A esa extensa población de origen indígena, que representa poco más del 10%, faltaría agregar la de origen afromestizo, además de las minorías nacionales presentes entre la población sureña desde el siglo XIX, como españoles, franceses, ingleses, chinos, coreanos, norteamericanos y migrantes provenientes de los países centroamericanos y caribeños.


La tolerancia y el respeto a la diversidad deberían ser pues las normas básicas que rijan la convivencia en una región donde confluyen tantas lenguas y culturas.

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