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Texto/ Fotos: Araceli Shimabuko Reséndiz

En Ixhuapan la migración es una preocupación al perderse las raíces y tradiciones

La vegetación, las viviendas humildes y su gente hacen de Ixhuapan un lugar pintoresco y cálido, con jóvenes que desean mejorar la calidad de vida, su economía y para conseguirlo, emigran dejando atrás sus raíces, costumbres y tradiciones. Abandonando también sus estudios de secundaria o bachillerato.

Buscando sus sueños optan en trasladarse al norte del país, para trabajar de obreros o agricultores. A algunos los esperan sus mujeres en el hogar, otros jóvenes se aventuran a cumplir sus sueños que tienen como parejas porque se unen a muy corta edad.


También hay adolescentes que siguen a sus padres y emigran para apoyarlos en los trabajos. Dejando casas cerradas y sus parcelas abandonadas porque lo que siembran y venden en los municipios vecinos no les alcanzan para subsistir.


Ixhuapan, es una comunidad rural de origen náhuatl que pertenece al municipio de Mecayapan, cuenta con unos 2 mil 600 habitantes que se ubican en el sureste de Veracruz, se sostienen de la siembra del nopal, en la temporada del día de muertos, comercializan la flor de cempasúchil y la flor moco de totol o moco de pavo, solamente una vez al año.


Es la información que proporciona el presidente del comisariado ejidal, don Nicasio Hernández Ramírez, que atentamente me recibió en su pequeña tienda de abarrotes que tiene en el poblado y que es atendida por su familia y él.


Preocupado como autoridad por el problema migratorio que está padeciendo la comunidad, también por la pérdida de las tradiciones de su pueblo y por los jóvenes que llegan con nuevas costumbres y vicios. Otros en cambio ya no regresan y se quedan en Monterrey, Sinaloa o en Jalisco, donde van a trabajar.


Don Nicasio Hernández, indica que los habitantes abandonan sus hogares cada seis meses o un año, y cuando llegan los camiones salen hasta siete autobuses, partiendo un promedio de 400 lugareños que regresan cumpliendo su contrato u otros optan por quedarse en el lugar donde emigraron.


Los que nos quedamos en el lugar, -añade- sembramos maíz para subsistir, se vende una parte y la otra la utilizan para el consumo. También se apoyan del subsidio gubernamental a través de los programas, aunque no es lo suficiente pero ayuda a muchos para sobrevivir como familia.


En cuanto al avance de la comunidad, este año nos dieron tres importantes obras, a través del presidente municipal, Bulfre Alfonso Bautista que está pendiente en lo que se está trabajando, como es el raspado de las calles, la ampliación de la electricidad y la construcción de diez viviendas y cuartos dormitorios.



La comunidad de Ixhuapan se distingue en el municipio de Mecayapan, por ser un lugar que el día de los muertos es visitada por compradores, llevando varios camiones para adquirir la tradicional flor de cempasúchil que se siembra y la flor moco de totol, a mediados del mes de octubre y a principios del mes de noviembre que es cuando la comercializan.


Es así, como las autoridades de Ixhuapan pretenden seguir conservando su lengua materna y tradiciones, a través de las nuevas generaciones. Rescatando la música de la región como es el huapango y sus coplas. Y apoyándose de personas adultas que continúan con los usos y costumbres que es un símbolo que los distingue como comunidad indígena situado en la sierra de Santa Marta.

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