El pueblo quedó a gusto con las autoridades del municipio que rescataron parte de sus tradiciones
Soconusco, Ver, La feria de la sal Xoco-noch-ko 2019, culmina con un ritual religioso en el centro ceremonial “La Salina” del ejido Benito Juárez, con una degustación del platillo tradicional pigalilo, preparado con masa, menudencia y carne de res. Y el tamal, el popo que ofrecieron las autoridades del municipio a los visitantes y pobladores.
Cordialmente los habitantes de origen náhuatl recibieron a los visitantes que llegaron al lugar donde se ofreció la fiesta cultural que trascendió por la importancia que le dieron las autoridades del ayuntamiento en coordinación con el alcalde Rolando Sinforoso Rosas, seguir rescatando las tradiciones de sus ancestros.
Se observó una fusión cultural de la época prehispánica a la colonización, mezclando el folclor con jinetes, carreras de caballos y cabalgatas que le dieron un toque distinto a las ferias acostumbradas. Y lo esperado fue el gran concierto musical del son jarocho los cojolites.
A temprana hora los invitados se presentaron en la cabecera municipal para participar en la cabalgata que ofreció el alcalde Rolando Sinforoso Rosas y demás autoridades que lo acompañaron en el recorrido a caballos, saliendo de la cabecera municipal y concluyendo en el centro ceremonial del ejido Benito Juárez.
Los jinetes acompañaron en el recorrido al Rey del Tzamo, Artemio Limón Doroteo y la Reina de la Feria de la Sal, María Valentín Salvador. También a la primera autoridad del lugar de Tunas Agrias, Rolando Sinforoso. Durante la cabalgata también se observó al tesorero del municipio, Jesús Augusto Morales Reyes y otras personalidades.
Al llegar al evento iniciaron con unas competencias de jinetes que divirtieron a los espectadores, posteriormente se premiaron a dos equipos de futbol playero que les fueron entregados sobres con dinero. El primer lugar dio el premio la síndico único del ayuntamiento Lucinda Joachin Culebro, al segundo lugar hizo entrega el secretario del ayuntamiento José María Santos Cabrera.
Posteriormente se hizo el tradicional ritual en el centro ceremonial donde se ubica el pozo de la sal, y ahí se les pidió permiso a los dioses olmecas para el desarrollo del festejo en el sitio.
Con una danza de origen náhuatl de Jaltipan de Morelos, se rodeó al pozo con jóvenes que lograron llamar la atención de los visitantes, después le siguieron otros bailes típicos veracruzanos.
Luego se efectúo una celebración religiosa católica, ofreciéndose un Santo Rosario en honor a la Santa Cruz que está puesta en el pozo. Y después las autoridades rodearon el pozo, todos portaban una veladora para pedirle al Rey Supremo, a través de la oración poderosa del Padre Nuestro que todo saliera bien.
Entre ellos, el alcalde Rolando Sinforoso Rosas, la síndica única, Lucinda Joachín Culebro; el secretario del Ayuntamiento, José María Santos Cabrera; el tesorero municipal, Jesús Augusto Morales Reyes; el director de obras públicas, David Hernández Nolasco y del presidente del comité organizador, Bernardo Román Santos.
Por la noche se llevó acabo el espectacular concierto de los cojolites, donde el pueblo disfrutó del evento, ahí mismo se escucharon buenos comentarios y aplausos para el munícipe Rolando Sinforoso y demás autoridades, el haber realizado un evento cultural de trascendencia.